domingo, septiembre 25, 2011

My lovely best friend.

- ¿Por qué lloras, Ellen? Para ya, déjame abrazarte.
- No... - sus suspiros entrecortados hacían crecer la ansiedad de Jack, no entendía como su mejor amiga había acabado así, le dolía el corazón
- Cuéntame, Ellen, ¿Te han hecho algo?¿ Es por un chico? Por favor mírame, respóndeme...
- Si- los simples monosílabos hacían que Jack se enfadara con el momento, por la circunstancia. ¿Cómo podía conocerla desde hace quince años y no saber lo que la pasaba? Ella estaba siempre ahí, si le preguntaban por los días más felices, en todos aparecía ella. Con sus ojos de niña y su cuerpo de mujer, su pelo azabache y aquel lunar en el cuello que tanto le gustaba acariciar.
- Cuéntamelo, por favor- y ella lo hizo, como pudo.
- No... no me quiere, no quiere estar conmigo.
- Es un gilipollas , ¿ quién no querría estar contigo pequeña?- y lo decía de verdad, era todo lo que se podía esperar, daba todo sin pedir nada a cambio, era sincera pero sabía luchar por lo que quería. Quería abrazarla, consolarla, ser uno solo, le dolía en el alma no poder decírselo...
- Tú no sabes nada. No sabes el nudo que se me forma en el pecho cuando le veo. No entiendes que es doloroso ver como el chico del que estás enamorada ve a todas las chicas menos a ti. No sabes lo que significa estar a diez centímetros de una persona  y no poder besarle, no poder susurrarle al oído que gritarías al mundo que le quieres. No sabes lo que es sonreír cada noche porque esté en tu vida y llorar porque nunca llegareis a ser nada más. No entiendes lo que es soñar cada hora de cada día por una historia que no existe, que tu has inventado y que ni siquiera puedes contar.No entiendes lo que es oirle hablar de la chica que le gusta, de lo perfecta y maravillosa que es y saber que nunca podrás ser como ella ni nunca podrás ser para él.  No sabes lo que es enamorarse de la forma más brutal y aplastante, saber todo lo que necesitas saber y aún así no poder decirlo. Es horrible...- y siguió llorando, desconsoladamente, se abrazaba las rodillas y se movía de un lado a otro. ¿Por qué ahora estaba celoso? Le gustaría que esas palabras fueran dirigidas a él y no a un idiota que la hacía llorar.
-Ellen, tengo que decirte algo...
- No, basta ya, Jack, no puedo seguir así- y salió corriendo y llorando, llorando y corriendo. Y sin saber lo que hacía , él se levantó y fue detrás de ella. La agarró de un brazo y ella se giró, era tan guapa que hasta llorando querría besarla.
-  Olvídale
- Jack, ni siquiera una vida sería suficiente...- esa respuesta le desgarró el alma.
- ¿Por qué?
- Porque te quiero, imbécil, te quiero desde el día en que me dí cuenta que solo podíamos ser amigos,te amo desde que me presentaste a tu primera novia, desde el día que me dijiste que me había convertido en una mujer preciosa. Te necesito desde que me diste con un balón en una escuela primaria, desde que prometimos ser mejores amigos, desde que me juraste que nada influirá en nuestra amistad... Perdóname, me he enamorado de ti... llevo tres años acostándome pensado en lo que tu y yo hubiéramos sido si nos hubiéramos conocido un poco después. Amo cada estúpido detalle, cada pequeño defecto de ti... Te he intentado olvidar con miles de chicos de rostro desconocido porque siempre les ponía el tuyo.Y no lo quiero, no lo quiero más porque se que tu nunca...
Sonrió.
- ¿Por qué te ríes? ¿ Te hace gracia? ¿ No ves lo penosa que soy?
- Eres increíble.
-¿Qué?
- Eres increíble, perfecta, hermosa, eres la persona más bonita por dentro y por fuera que he conocido y no quiero una vida en la que tu no estés, gritándome, riéndote de mí..... No quiero una vida en la que no me necesites, porque te quiero, pequeña, creo que te quiero desde la primera vez que te vi con esas coletas, desde que me dijiste como te llamabas, ese nombre se ha grabado aquí, muy dentro....- ella se calló, seguía con las lágrimas en los ojos, él la había cubierto las mejillas con sus enormes y cálidas manos y había pegado su cuerpo al suyo-¿ No dices nada?
- ¿Qué estás haciendo que no me besas idiota?

domingo, septiembre 11, 2011

A dream come true.

Él estaba tumbado encima de mis rodillas, yo acariciaba su cuello mientras mirábamos al cielo. Era increíble, el mundo seguía igual a pesar de que una vida se había cambiado por completo. Le conocí en la feria, él estaba ayudando a unos niños a montarse en unos coches de choque, yo no podía dejar de mirarle aunque no había reparado en mí. Llevaba una camiseta azul cielo, tenía el pelo corto y rubio, y no me di cuenta del color de sus ojos hasta que no le tuve a tres centímetros. Yo ya me había enamorado, les tenía verdes. Disfrutamos de cada segundo de esa tarde, nos intentamos conocer, aunque acabamos besándonos, ya habría tiempo para hablar, lo hubo. No podíamos estar separados pero tampoco demasiado juntos, era un tira y afloja demasiado severo, lo llevábamos hasta un extremo radical. Empezó él hablando, era raro que estubiera callado más de dos minutos.
- ¿Tienes sueños?
- Todo el mundo.
- Dime alguno
- Ser feliz.
- Pides demasiado, ¿no sería más fácil empezar por algo más sencillo?
- Está bien.... me gustaría ser profesora, claro que sí. Tambien estar en dos sitios a la vez y tirarme en paracaídas. Volver a Paris, llevar a mis padres conmigo.... No sé, muchas cosas.
-Vale, vale, capto la indirecta- se levantó -¿Se ha cumplido alguno de tus sueños?
-De pequeña soñaba con ser una princesa, después quise ser contadora de estrellas, astronauta y bombera. Quería dar la vuelta al mundo en un globo y subir a la montaña más alta para allí colocar una bandera. Quise ser bailarina y salir en la tele.  Intenté alcanzar la luna y poder ver a través de las lágrimas. Quise aprender a cocinar y ahora me da miedo el fuego. Intenté  nadar en la playa lloviendo pero no me dejaron. He querido demasiadas cosas y casi nunca he realizado nada de lo que me he propuesto pero he sonreído siempre al recordar todo lo que hacía por intentar conseguirlo. Supongo que se puede definir así la palabra " soñar". Es algo casi imposible que llena tu vida.
-¿ Hay excepciones?
-  Tal vez. -no podía decirle que mi vida ya no era como antes, no vivía en las irrealidades.- Te toca.
-No los tenía.
-¿ Eso es posible?
- ¿No decías que los sueños eran exactamente eso, los casi imposibles?
- No..bueno.- no esperaba esa respuesta, de verdad que no. Pero tampoco podía culparle, aunque mis sueños hubieran cambiado de dirección, él no tenía por qué sentir lo mismo. Me quedé callada, él lo notó y se apoyó en mi pecho.
- Si hubiera tenido algún sueño, hubiera soñado contigo. Con este latido, con estos labios, con esa forma que tienes de quererme. Por que lo único que quiero es compartir lo que tengas, quiero dártelo todo. Que si quieres ser princesa, yo seré tu principe. Que si quieres contar estrellas, yo estaré esperándote. Que si subes a una montaña, allí iré contigo, para tirarme desde un paracaídas, para estar en dos sitios a la vez, para bañarnos juntos debajo de una tormenta. Que mi sueño, que mi sueño eres tú.

jueves, septiembre 08, 2011

:)

Y me preguntó lo que yo más temía y lo que todavía no sabía responder.
-¿Eres feliz?
- No lo sé- os juro que fue la mejor respuesta que pude encontrar.
-¿Por qué piensas que no eres feliz?
-No te he dicho eso.
-Una persona que contesta "no lo sé" es porque tiene una enorme lista de pros y contras- Me sonrió socarrón pero el tema de conversación no cambió y decidí ser sincera ( dentro de mis posiblidades)
- Tal vez sea porque espero demasiado de la vida, de mi tiempo, de las personas que me rodean, de ciertos días, de ciertas citas, de ciertos momentos. Soy yo la impaciente, la que no se conforma, la que quiere ser una persona que siempre sonría, que siempre se lo pase en grande.Soy la romántica del grupo, la idiota,  la tímida, la que no confía en sí misma. Soy la que no me gustaría ser y es un gran problema. Me paso la vida esperando y no me doy cuenta de que los momentos son irrepetibles y cuando quiero volver atrás, es imposible. Soy de las que se sientan a esperar año tras año, la que espera enamorarse , la que tiene prisa para todo, aunque no debería tenerla... ¿no?
-¿Por qué deberías ser feliz?- y su mano  se acercó un poco a la mía.
- Tengo una familia genial y unos amigos especiales. Tengo metas y sueños y no sé si se cumplirán pero me encanta tenerlos. Soy de las que se levantan, de las que pueden con todo. No me dejo utilizar y no utilizo a nadie. No cuento mi vida a desconocidos y puede que eso me ayude a ser independiente, me las sé arreglar yo solita. Tengo una vida que no está del todo mal, vale que no sea perfecta pero tampoco nos tienen que dar las cosas tan fáciles. Cuando me enamore, lo haré de verdad y cuando ría, lo haré por que lo siento. Me encontraré a mi misma antes de que cualquier otro pueda encontrarme....- y el se acercó más - ¿No te das cuenta que lo más feliz que tienes en tu vida es el concepto de felicidad?
-¿Cuál es?
- Que cuando esperas, luchas. Cuando quieres hacer tal o cual cosa, luchas. Cuando dices que no eres feliz, luchas por serlo aún más. No desaprovechas nada..., solo te diría que cambiaras una cosa-  ya no podía oírle, estaba paralizada.
- ¿ Y es?
- Tienes que aprender a dejarte llevar- entonces se acercó, deprisa, demasiado deprisa, estaba a tres centímetros de mi boca. Y no pude esperar más, le besé, sintiendo lo que nunca antes había sentido. Quizá la felicidad no esté tan lejos como uno piensa.

lunes, septiembre 05, 2011

Waiting for you.

Puede que no sea el tipo de chica a la que puedas querer, por la que puedas darlo todo. No tengo confianza en mi misma, y dentro de mis fuertes hay muchas debilidades. Aparento demasiado cuando estoy contigo y quizá lo que no te guste de verdad sea ese envoltorio que yo misma he creado para ti. No soy de las perfectas, es más, me niego a serlo, maldita imperfección aunque no niego que me guste ser así, es algo que se debe aceptar. Lo que no acepto son las críticas , aparentemente, aunque por dentro las asimile y me juzgue más que cualquier otro. Pero no soy dura, solo conmigo misma, no soy de las  fuertes, tampoco de las atrevidas. Pierdo a cada paso que doy para acercarme a ti mucha de esa cosa que llaman valentía. No quiero sentir más lo que cada minuto no para de repetir eso que palpita tan fuerte cuando pienso en ti. Quizá no sea el tipo de chica que pueda estar con alguien como tú. No puedo hacer dos cosas a la vez ni cumplir deseos a nadie. No puedo ser aquella que esté a cada minuto pendiente de la pantalla de un móvil ni de las que lo dan todo, lo siento. Tengo miedo y me duele, al igual que tu comportamiento, al igual que tu indiferencia. Me gusta todo de ti y tal vez sea ese mi problema. No se puede ver todo tan bonito, aunque lo es y odio escribir esto. Tus ojos, tu sonrisa, aquel pequeño lunar que tienes encima del labio, ese rizo que te cae en los ojos cuando intentas ver algo más allá de ti mismo. No soy de las que piensa en si misma ante todo, me gusta saber que la gente que quiero está bien y si tengo que sacrificar algo, aunque sea a ti, lo haré, de eso no tengo ninguna duda. No soy de las que se enamoran rápido, tampoco soy de las que besan en la primera cita ni de las que tienen demasiado experiencia, no por ello me llames monja, llámame romántica o idiota, si ese sinónimo es correcto. No soy de las que olvidan pero tampoco de las que se obsesionan. Quiero encontrar un lugar en este mundo que no para de ponerme obstáculos. Ya no se si tu eres de las metas o de lo de antes. Ya no sé si todo lo que hemos vivido me lo he inventado yo o ha pasado de verdad. Quizá pase demasiado deprisa el tiempo y yo ya no me doy cuenta de los minutos que llevo esperándote, esperando algo. Puedo decirte lo que no soy pero nunca podré decirte lo que puedo llegar a ser, contigo o sin ti.

sábado, septiembre 03, 2011

Maybe no.


Me despertó, maldito aparato con aquella música de Mcfly a todo volumen, era un  numero desconocido, tal vez 675..., 685.... ¿Qué más da? No lo cogí, ¿ para qué? No había sido un día especialmente feliz , aunque bueno comparándolo con el resto de los días de verano, tampoco dejaba mucho que desear. No sé.. tal vez sea mi bipolaridad o quizá el problema sea que soy yo la rara. Llamó tres veces más, a la quinta se lo cogí tras un cuelgo- llamo-cuelgo. En fin, así es la vida. Eran días de fiestas, alcohol, hora y conciertos. Nada, odiaba las aglomeraciones y el alcohol y el humo me odiaban, chica rara, ya lo he dicho. Yo era más de cama un viernes a las tres de la mañana, ¿puedo decir sábado?
-¿Quién eres?- Yo y mi carácter bordillo, en fin, continuo con la historia.
- ¿ Puedo decirte algo?
-Yo he preguntado primero- de mis casillas no me sacaba nadie, chica de formalidades no es que sea especialmente.
- Sabes quien soy.- Claro que sabía quién era desde que había oído la primera pregunta, no sé como pude continuar, el corazón me temblaba, intentaba explotar.
-¿Y qué quieres? ¿ Decirme que estás enamorado de otra?
-No
-¿ Decirme que nuestro tiempo acabó en el mismo instante en el que yo me di la vuelta aquel estúpido tres de septiembre?
-No.
-¿ Entonces qué quieres? ¿Joderme otra vez, decirme que solo he sido la " chica del sábado equívoca"?
-¿Puedes dejar ese monologo de una vez? ¿ Puedes dejarme hablar?
-Habla, aunque creo que exiges demasiado para lo poco que has dado.
-Cállate. Te llamaba porque estoy aquí, otro puto tres de septiembre y me faltas tú. Aguantaría que te fueras mil veces si después volvieras a mí para discutir.Aguantaría que me contaras lo bien que te ha ido el año cuando yo me he ido muriendo por las esquinas pensando en todo lo que no pudimos darnos. Te llamaba esta noche para decirte que busqué un  pretexto para olvidarte y cuando la dejé me di cuenta de que el dolor que sentí aquella noche contigo no lo he vuelto a sentir por nadie. Quería decirte que cuando volviste a mí no supe reaccionar, no supe ver en tus ojos lo que tanto había amado otras veces, has cambiado pero no aquel brillo, creo que fueron tus lágrimas. Aquel día estaba en shock, lo sé, lo sé, fui un gilipollas. ¿ Pero qué esperabas?
- No esperaba nada de ti, eso era lo peor. Estoy enamorada y eso me convierte en una estúpida caprichosa sin razón alguna. Te hice daño y te pido perdón. Pero yo regresé a ti días después, no he estado con nadie porque nadie se merecía ser utilizado. Era tan grande lo que sentía, lo que siento joder. No tengo ni idea, son las tres de la mañana y quizá los últimos chupitos hayan invadido mis estúpidas neuronas.
-Somos idiotas, somos unos idiotas redomados. ¿Deberíamos intentarlo de nuevo? Yo te quiero, tú me quieres.
- Se quién eres, se que te quiero, tal vez no tenga seguro lo de que me quieras pero son las tres de la mañana un puto tres de septiembre. Has bebido y yo también lo he hecho, no me estás mirando, no sé si cuando me veas seguirás diciendo lo mismo o correrás a otros brazos.
-No seas niña
-Lo soy y deberías saberlo. Pero no puedo negar...
-¿ Eso es un sí?
- Eso es un " Este no es nuestro día"- y colgué.